El poder de las emociones positivas

 

¡Hola! En este vídeo os voy a hablar de algunas cosas que aprendí en este libro, ResilientGrieving, de la doctora en psicología Lucy Hone. Aunque el título ya nos dice que el libro va sobre resiliencia, no es sobre resiliencia sobre lo que voy a hablar hoy, aunque quizá lo haga en un futuro vídeo, sino sobre emociones positivas.

Para mí las emociones no son positivas ni negativas, son solo información sobre ti mismo.Aceptaremos para este vídeo la clasificación de emociones positivas o negativas cuando nos refiramos a si nos hacen sentir mejor o peor, lo cual es absolutamente subjetivo, por cierto. Me voy a basar en lo que Lucy explica en el capítulo emociones positivas de su libro y cómo usarlas cuando estamos en momentos bajos en la vida como una forma de automotivación que, como ya sabes, es parte de la inteligencia emocional intrapersonal. Así que, sí, vamos a darle una vuelta más a las emociones y a la inteligencia emocional. Bienvenido, bienvenida a Cosas de Coaching.

 

 

El origen del libro de Lucy es una gran pérdida que tuvo en su vida: su hija Abi, de 12 años de edad, falleció en un accidente de tráfico. Tras esa pérdida comenzó en su vida un proceso de duelo que tuvo que gestionar y que requiere de esa característica psicológica tan de moda hoy en día: la resiliencia. De ahí el título. En su libro, cuya lectura por supuesto recomiendo absolutamente, Lucy comparte con nosotros las estrategias que utilizó y le funcionaron para recuperarse lo más posible y volver a esa nueva normalidad que es un mundo diferente al que era cuando esa persona amada estaba con nosotros.

 

Una de las estrategias que nos propone Lucy, entre muchas otras, es la del poder de las emociones positivas. Para explicarlo usaremos, como siempre, un gráfico.

 

En esta ocasión recuperamos el esquema que utilicé en el vídeo Inteligencia Emocional Intrapersonal, de Cosas de Coaching. Aquí arriba os dejo el enlace por si queréis volver a verlo. Recordando muy rápidamente, el esquema representa lo que pasa en nuestro interior, emocionalmente hablando, cuando nos enfrentamos a una situación cualquiera.

 

Para el caso de Lucy, la situación corresponde a conocer que su hija Abi había fallecido en un accidente de tráfico. Por supuesto que es una situación relevante para Lucy, por lo que la percepción de la pérdida es inmediata, y ni siquiera es necesaria una experiencia previa al respecto para que el mero conocimiento del suceso provoque de forma inmediata la aparición de una intensísima activación emocional que es una mezcla de varias emociones, entre las que se encuentran, como puedes suponer, la tristeza, el miedo, la sorpresa, la rabia, culpa, confusión… en fin. Es imposible amar a alguien y que no te inunden un montón de emociones negativas, en mayor o menor grado, cuando esa persona fallece.

 

El comportamiento desatado por todas esas emociones es lo que normalmente conocemos por el proceso de duelo y que consta de varias etapas, según lo definió Elisabeth Kübler-Ross, en una de las teorías más aceptadas actualmente, y que puede durar meses o incluso años.

 

Las consecuencias del comportamiento que adoptamos durante el duelo tocan a todas a cada una de las facetas de nuestra vida y de las personas que nos rodean, de una manera u otra, y podemos evaluarlas normalmente como más bien negativas.

 

Pues en estas lides es donde Lucy nos propone que tiremos de inteligencia emocional intrapersonal y usemos las emociones positivas para modular nuestro estado emocional inundado por emociones negativas. Es evidente que no podemos eliminar las emociones negativas que sentimos. Mientras dure nuestro proceso de duelo, la tristeza, el miedo, la rabia… de las que hablábamos antes, seguirán ahí hasta que vayamos gestionándolas poco a poco, pero ¿y si fuera posible no estar siempre sometido a esas emociones que, en ese momento nos hacen sentir tan mal?

 

Lucy nos dice que las emociones positivas pueden aflojar la intensidad de la negatividad en la mente, abren nuestros corazones a un mayor abanico de posibilidades. Cuando experimentamos emociones positivas encontramos soluciones más creativas; vemos, literalmente, más opciones disponibles y, por lo tanto, nos proporcionan acceso a un abanico más amplio de soluciones. Cambian nuestra perspectiva. ¡Son una medicina que nos ayuda en en estos momentos!

 

Si logramos introducir emociones positivas en nosotros por medio de la automotivación, el duelo puede dejar de verse menos como un recorrido por las diferentes etapas que nos proponía Elisabeth y más como una oscilación entre profunda tristeza por la pérdida y otras emociones, algunas positivas. La oscilación puede incluso ocurrir dentro del mismo día, sintiéndonos a ratos mejor o peor. Las emociones negativas también tienen su función en el duelo y tienen que seguir ahí, no se trata de sustituirlas ni eliminarlas. La tristeza, por ejemplo, nos ayuda a ajustarnos a la pérdida. Otras emociones más positivas nos permiten seguir enganchados al mundo que nos rodea y salir adelante con más fuerza. Una completa expresión emocional es una parte esencial de ser resiliente.

 

 

Lucy nos propone una lista de nueve emociones positivas que se pueden utilizar para esto, aunque asegura que esas son solo una propuesta y cada persona puede elegir las suyas. Yo he elegido cinco de ellas para explicártelas un poco más aquí.

 

CURIOSIDAD. Lee, busca, investiga. Los beneficios de la curiosidad están, por ejemplo, en saber qué está ocurriendo en tu cuerpo y en tu mente. Puede hacer que dejes de pensar que eres raro y que estás enfermo, puedes descubrir que una experiencia similar a la tuya ya ha sido vivida por otras personas y cómo hicieron ellas para salir airosas y darte cuenta que no estás solo, que el camino que estás recorriendo ya lo recorrieron otros antes que tú y puedes ponerlo en perspectiva más fácilmente.

 

GRATITUD. La gratitud nos ayuda a gestionar el dolor focalizándonos en lo que tenemos, más que exclusivamente en lo que hemos perdido. Pon en valor y agradece donde estás, lo que has conseguido hasta el momento, tus capacidades, habilidades, lo que has impactado positivamente en la vida de otros. Pon en valor y agradece estar rodeado de la gente que te rodeas y pueden ayudarte allá donde no llegas tú.

 

ESPERANZA.La esperanza es el combustible que nos empuja cada día en la vida. Tener esperanza fortalece la resolución y determinación para seguir adelante y odiar nuestra vida bastante menos.

 

HUMOR. La risa está ampliamente asociada a una reducción del enfado y un aumento de la alegría, así como mejora las relaciones acercándonos a los demás.Durante el duelo, cuanto más reía y sonreía la gente durante los meses posteriores a la pérdida, mejores fueron las evaluaciones de su salud mental después de dos años de duelo

 

AMOR.  Siempre hay amor junto con la tristeza durante el duelo. El duelo va de amor, después de todo, el amor que tenías por esa persona, el amor que aún le tienes. El gran poder del amor es que nos conecta con los demás. El amor nos impulsa a buscar a otros, incluirlos en nuestras vidas, mirar más allá de nosotros mismos. El amor amplifica y construye lazos sociales.

 

 

Para terminar, Lucy nos propone un par de estrategias prácticas para poder integrar las emociones positivas en nuestra vida cotidiana. Y son válidas tanto si estás en un proceso de duelo como si no, valen para cualquier momento vital.

 

La primera se llama “saborear” la vida en tres horizontes temporales: pasado, presente y futuro. Podemos, conscientemente, recordar viejas historias que nos hicieron sentir bien – unas vacaciones con alguien a quien amábamos, un momento divertido que compartimos con alguien –, podemos centrarnos más en el momento presente y usar los cinco sentidos para disfrutar de las buenas experiencias cuando están ocurriendo y podemos anticipar el futuro soñando con eventos próximos donde nos sentiremos bien. “Saborear” es una forma efectiva de generar emociones positivas, promover el optimismo y tener más confianza y agradecimiento, menos desesperanza y mayor equilibrio emocional.

 

La segunda tiene forma de hashtag: #CCB, Caza Cosas Buenas. Se trata de localizar, cada día, al menos tres cosas buenas que han sucedido y el papel que has jugado tú en cada una de ellas. Las cosas buenas no tienen por qué haberte sucedido a ti ¿eh?, pero sí tienen que ser cosas en las que hayas participado, aunque sea de forma indirecta. #CCB s una técnica que promueve emociones positivas, gratitud y optimismo.

 

Bueno, pues hasta aquí hemos llegado. Dale al like si te gustó este vídeo, suscríbete al canal para seguir aprendiendo y comenta lo que quieras en la sección de comentarios. Gracias por pertenecer a la gran familia de Cosas de Coaching.

 

 

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