Hoy seguimos hablando de la Vocación.
En respuesta a los correos que me han llegado sobre el triángulo de la Vocación, hoy vamos a ver cómo se puede alimentar para hacerlo más grande, útil y rico.
Recordemos cómo se llamaban los tres vértices: el primero, “lo que me gusta”, el segundo, “lo que se me da bien” y el tercero “lo que puede beneficiar a otras personas (y a mi)”. Para aquellos que aún no lo conozcais, os pongo en la descripción del vídeo el enlace para que aprendáis a construirlo.
¿Cómo podemos hacer para alimentar el vértice “lo que me gusta”? En general, no solemos tener problemas para rellenarlo con montones de cosas. Si quieres hacerlo crecer, desconecta el cerebro, deja la parte racional un poco aparcada y deja que salga todo lo que te apasiona. Haz un esfuerzo y pon todo lo que te guste hacer, aunque te parezcan tonterías a primera vista. Cada cosa que pones lleva a otra y esa a otra y a esa a otra y siguiendo ese proceso puedes llegar a “esa” cosa que será uno de los vértices de tu Vocación.
Si aún te sigue costando, prueba a aprender cosas nuevas. Lee, escucha, experimenta, haz, descubre, sal al mundo. Solo haciendo cosas nuevas encontrarás nuevas cosas que te apasionen. Atrévete, innova, arriésgate, conoce gente nueva. Sé curioso, investiga, crea, prueba cosas que nunca te imaginaste haciendo. Así harás crecer este vértice. Lo mejor de la vida está siempre al otro lado del miedo.
¿Cómo hacemos para alimentar el vértice “lo que se te da bien”? Pues aquí lo tenemos más fácil. Practica, practica y practica. Elije de las cosas que te gusta hacer aquellas que aún no se te dan bien y practica. Quizá no llegue a dársete bien alguna pero al menos lo habrás disfrutado porque… te gusta hacerlo ¿verdad?
Como ejemplo, me pongo a mí mismo. A mi me gusta dibujar. Hacer garabatos y representar la realidad. Y, como ves, no se me da muy bien. Por esa misma razón se me ocurrió hacer esta serie de vídeos que estás viendo, porque me permite practicar una cosa que me encanta hacer. Aunque no me salga bien… aún.
Practicar algo que no se te da bien (aún) es duro. Sientes frustración porque quieres enseguida hacerlo bien. Olvida tus expectativas, céntrate en la actividad y disfrútala por sí misma. Habrás pasado un buen rato y habrás mejorado. Sin duda. Este vértice se hace crecer practicando.
¿Y el vértice “Lo que puede beneficiar a otras personas”? Si tienes los otros dos vértices suficientemente grandes, solo puedes hacer una cosa: investigar el mercado. Con algo que te guste hacer y que se te dé bien, mira qué están haciendo otras personas en el mundo y si tienen éxito haciéndolo. Al principio no importa que copies sus maneras. Incluso está bien que las tomes de modelo al principio, para que cogas confianza.
Al cabo de algún tiempo, poco a poco, encontrarás esa forma de hacer que te hará único y diferente, ya no copiarás a nadie, serás tú mismo. Serás una referencia para otras personas, podrás cambiar sus vidas de alguna manera. Encontrarás personas que te paguen por hacer lo que quiera que hagas para ellas y en todo ese proceso crecerás como persona. Triunfarás con tu Vocación.
Un último consejo: guarda una copia de tu triángulo de la Vocación. Te encantará volver a verlo cuando ya la estés disfrutando y recordarás cuándo empezaste a tomar las riendas de tu vida…