Hoy vas a descubrir cual es tu forma favorita de aprender.

 

Te pido que recuerdes ahora mismo tu último viaje a la playa. Si hace mucho que fuiste a la playa o no fuiste nunca, vale cualquier otro viaje que haya sido agradable y excepcional para ti. Aquí seguiremos con el ejemplo de la playa.

Cierra los ojos y recuérdalo. Tómate unos segundos y trae a tu memoria aquel momento con todo el lujo de detalles que seas capaz.

En tu memoria podrías recordar, por ejemplo, lo larga que era la playa, el color del mar, de un azul más claro en la orilla y con un tono más oscuro mar adentro. Podrías recordar cómo era el bañador que llevabas, y cómo iban vestidas las personas que te acompañaban o con las que te cruzabas. Podrías haber traido a tu imaginación el azul del cielo en ese día despejado, intenso, intensísimo, o cómo se dibujaba en el horizonte la silueta de un velero…

Si tus recuerdos son principalmente de ese tipo, tienes una forma de guardar los recuerdos eminentemente VISUAL. Lo que aprendes se guarda en forma de imágenes dentro de tu mente.
Podrías haber recordado de aquel día en la playa, sin embargo, la manera en que se oían las olas al romper en la orilla del mar, los graznidos de las gaviotas volando por encima de ti, el sonido del viento en las hojas de palmera. Podrías haber recordado la canción que sonaba en el chiringuito más próximo o aquellas palabras de amor que te dijo quien estaba contigo…
Si tus recuerdos son principalmente de este otro tipo, tú tienes una forma de guardar tus recuerdos eminentemente AUDITIVA. Lo que aprendes se guarda en forma de sonidos en tu memoria.

Pero quizá tus recuerdos sean algo distintos. Quizá recuerdes cómo sentías la arena bajo tus pies, la zona seca y la zona húmeda; cómo el agua fresca te recibió al entrar en el mar, cómo picaba el sol el tu piel tras un rato tumbado en la toalla, recién estrenada, de rizo suave. Podrías haber recordado el agradable olor de la crema para el sol que te untaron en la espalda, la piel de gallina que te puso el viento al salir del agua, el rico sabor del tequila sunrise al que te invitaron al caer la noche…

Si tus recuerdos son de este último tipo, tu forma de guardar los recuerdos es eminentemente KINESTÉSICA. Utilizas todo el cuerpo para aprender.

Nadie es puramente visual, auditivo o kinestésico, todos somos una mezcla de los tres sistemas, aunque solemos tener uno, el principal, que llamamos “favorito”. El saber cuál es tu forma favorita de aprender sirve para que favorezcas esa forma de adquirir recuerdos, agradables como el día de playa o necesarios, como los que se aprenden en el colegio o la universidad.

Si eres principalmente VISUAL, utiliza imágenes para representar cosas o conceptos, estate atento a lo que se escribe en la pizarra, haz esquemas. En el caso que seas principalmente AUDITIVO, escucha lo que explica el profesor, lee en voz alta tus apuntes, graba las clases y escúchalas luego. Si consideras que eres principalmente KINESTÉSICO, busca la forma de experimentar con tu cuerpo los conceptos que necesitas aprender, haz experimentos, muévete.

Busca en internet un TEST VAK y descubre cuál es tu forma favorita de aprender.

 

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